La mayoría de los españoles prefieren la forma de trabajo híbrida entre el teletrabajo y la presencialidad. Pero, ahora bien, si queremos garantizar la salud de nuestros trabajadores y con ello su productividad, es necesario identificar los riesgos psicosociales del teletrabajo y cómo hacerles frente.
En primer lugar, ¿qué son los riesgos psicosociales? Son todas aquellas condiciones, en lo que se refiere a la organización, al contenido y a la realización del trabajo, que afectan tanto al bienestar y salud de los trabajadores como al desempeño del trabajo.
En relación con el teletrabajo, hay estudios que demuestran que el teletrabajo puede estar asociado a una carga mayor de trabajo, a jornadas más largas y a un aumento de la intensificación del trabajo.
La mayor carga de trabajo puede estar vinculada a una mala definición de los objetivos en relación con las tareas asignadas al teletrabajador. Además, también se produce una reasignación de tareas de otros departamentos o producir una sensación de falta de apoyo por parte de los compañeros.
No hay que olvidar que es una modalidad de trabajo marcada por una posición de distancia del trabajador y del empleo de nuevas tecnologías para desarrollar el trabajo y comunicarse con el resto de la empresa, lo que puede provocar el origen de riesgos psicosociales por el teletrabajo.
¿Cuáles son los principales riesgos psicosociales del teletrabajo para la salud mental?
Nos referimos a riesgos “psico” porque son aquellos que afectan al trabajador por medio de la psique (conjunto de procesos propios de la mente humana) y “social” por su origen social, puesto que surgen a partir de la organización y la gestión del trabajo.
Los riesgos psicosociales del teletrabajo se pueden dar tanto por una sobrecarga como por una subcarga de trabajo, provocando estrés y tensión en el estado de salud del trabajador, afectando a su rendimiento durante su jornada laboral, pero también alterando ritmos biológicos.
A continuación presentamos los principales riesgos psicosociales del teletrabajo.
El estrés y el tecnoestrés
El estrés en el trabajo es una sensación más común de lo que gustaría, pero actualmente hay otra categoría dentro de esta, se trata del tecnoestrés. Dentro de los riesgos psicosociales de teletrabajo, este fenómeno surge a raíz de una mala adaptación o, directamente, miedo a las nuevas tecnologías.
Este estado psicológico negativo se origina, como ya se ha dicho, por el uso de las nuevas tecnologías y su mala habilidad para manejar, entender y trabajar con este tipo de tecnologías de una forma saludable.
El tecnoestrés puede llegar a generar en el trabajador un sentimiento de incapacidad, de menor productividad y de insatisfacción laboral. Además de sentir una mayor sobrecarga de trabajo.
Por todo ello, es un claro estado psicológico para vigilar y controlar si no queremos que se convierta en uno de los peores riesgos psicosociales del teletrabajo.
La adicción
Uno de los mayores riesgos psicosociales del teletrabajo es la adicción. Este estado puede venir dado por la sobrecarga de trabajo, si un trabajador posee ciertas particularidades en su personalidad respecto a conductas obsesivas, la sobrecarga de trabajo puede generarle una adicción enfermiza al trabajo.
Actualmente, hay estudios que revelan que más del 50% de la población en España es incapaz de desconectar del trabajo una vez se acaba su jornada laboral. No poseen la capacidad de delimitar sus horas laborales, sintiéndose disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Esto produce que su percepción del tiempo sea irreal y aumente su nivel de autoexigencia, produciéndose un sentimiento de culpa si no está siendo productivo.
La ansiedad
Es una perturbación psíquica originada por una fatiga mental causada, generalmente, por miedo a la pérdida de trabajo, a no ser productivo, al cambio… Y es que muchas personas son incapaces de concentrarse o desconectar debido a esta nueva modalidad de trabajo.
Hoy en día, este es uno de los riesgos psicosociales del teletrabajo más normalizado, pero, además, el gran problema que acarrea es que la persona que padece ansiedad suele presentar otros síntomas.
Una baja concentración, irritabilidad, nerviosismo, insomnio… son algunos de los síntomas que acompañan a la ansiedad, y lo que puede resultar en enfermedades mucho más graves como depresión, trastornos alimenticios, problemas de adicción, entre otras.
La despersonalización
Otro riesgo psicosocial del teletrabajo que afecta tanto al empleado como a la empresa es la despersonalización, es decir, la invisibilización del empleado.
En este contexto tecnológico y digital en el que nos encontramos hoy día, la distancia que produce el teletrabajo es la culpable de la falta de conexión entre los trabajadores y las empresas.
Esta situación dificulta la posibilidad de motivar a los empleados y fomentar un sentimiento de pertenencia. Además, este riesgo psicosocial del teletrabajo puede producir agotamiento emocional y disminución en el desempeño personal.
Por ello, es importante mejorar la inclusión laboral, sea el formato de trabajo por modalidad tradicional o por teletrabajo.
¿Cuáles son los principales riesgos psicosociales del teletrabajo para la salud física?
Según la forma en la que se acuerde el teletrabajo, este puede producir algunos riesgos psicosociales para la salud física del empleado.
Sedentarismo
El teletrabajo es una actividad de tipo cognitivo y se está la mayor parte del tiempo sentado. Por lo que, un factor de riesgo psicosocial en el trabajo es un estado de sedentarismo con consecuencias nocivas para cualquier empleado.
El sedentarismo favorece o agudiza el riesgo de sufrir otras enfermedades. Además, perjudica el funcionamiento cotidiano o, directamente, impide disfrutar de las experiencias del día a día.
Condiciones ergonómicas
El teletrabajo puede llevarse a cabo en malas condiciones ergonómicas como un mal equipamiento de teletrabajo, una incorrecta ubicación física del puesto de trabajo en casa, problemas con la luz y con la temperatura…
Lo que puede provocar trastornos músculo esqueléticos, palpitaciones, tensión o dolor muscular, mareos y vértigos… Además, todo ello puede derivar en estados psicológicos negativos que den lugar a los riesgos psicosociales del teletrabajo para la salud mental, como son trastornos del sueño, estrés, falta de rendimiento, fatiga mental…
¿Cómo prevenir los riesgos psicosociales del teletrabajo?
Las recomendaciones que damos a las empresas para evitar los riesgos psicosociales en el teletrabajo son las siguientes:
Identificar los problemas y organizar el trabajo
Una mala implementación del teletrabajo puede tener problemas graves en el trabajador, por lo que es importante analizar los problemas y crear estrategias para prevenir los riesgos psicosociales del teletrabajo e impulsar una buena salud laboral.
Para ello, es fundamental definir objetivos con claridad de modo realista, dotar a los empleados de los recursos técnicos necesarios, fijar nuevos procedimientos de trabajo, fomentar la flexibilidad horaria, proporcionar y pedir feedback…
Todas las medidas, entre muchas otras, son necesarias para evitar o prevenir los riesgos psicosociales en el teletrabajo.
Estar disponible y mostrar cercanía con el empleado
El empleado es fundamental para la empresa, por lo que alcanzar un ambiente laboral sano, incrementar vínculos y potenciar el nivel de motivación del trabajador deben ser puntos clave que toda empresa debe conseguir.
Para ello, mostrar cercanía y estar disponible son actitudes que fomentan una buena inclusión laboral. En resumen, es necesario demostrar empatía con nuestros empleados para obtener su mejor rendimiento.
Potenciar la comunicación con los trabajadores
Es fundamental llevar a cabo una comunicación transparente sobre los cambios, la situación laboral… Para mejorar el sentimiento de pertenencia del empleado y alcanzar los objetivos marcados.
Para mantener informados a los empleados no hay excusas. El medio de comunicación puede ir desde reuniones virtuales o videollamadas hasta desayunos de trabajo. Todo con el objetivo de garantizar una comunicación efectiva y saber cómo se encuentran los empleados.
Miguel Ángel Cristóbal Carle