Esta semana, en una intervención por una crisis importante en una empresa, nos reuníamos con los managers para ayudarles en la gestión de la salud emocional de los empleados. Uno de los temas que abordamos fue cómo hablar con empleados que lo están pasando mal pero que no quieren compartirlo en el trabajo. Decíamos que había múltiples razones para no abrirse, desde tener miedo a que nos vean débiles, pasando por dificultades para hablar de sentimientos y muy a menudo miedo a que no se respete la confidencialidad y que compañeros o altos mandos sepan que lo estamos pasando mal.
Aunque la pandemia haya permitido que muchas personas compartan su vulnerabilidad en el trabajo, son muchas las personas que siguen sintiéndose inseguras al hacerlo. Es por ello por lo que la ayuda a quién lo está pasando mal debe ser siempre ofrecida por servicios externos. No todo el mundo cree que los psicólogos dentro de la empresa o los departamentos médicos vayan a respetar esa confidencialidad y este factor limita el acceso a la ayuda necesaria.
Una de las ventajas de los programas de asistencia al empleado cómo el de Healthy Work es que la ayuda no solo se brinda 24/7 sino que, además, el servicio al ser externo garantiza la confidencialidad. Nadie en la empresa se entera de que hemos pedido ayuda y esto para muchas personas es un requisito básico. La tranquilidad que ofrece la ayuda externa, no la puede ofrecer ningún apoyo dentro de la empresa (aunque siempre sea mejor que no contar con ella). Sí es cierto que el PAE facilita información general a la empresa sobre el uso y la temática general de las consultas, no nos engañemos, pero nunca de manera que se pueda identificar a la persona que ha llamado. La confidencialidad es sagrada.
A lo largo de nuestra historia nos hemos encontrado con departamentos de recursos humanos que se han sentido incomodos con la idea de no saber que está pasando y han pedido ser ellos quienes deriven a los empleados al programa, negándose a facilitar un teléfono gratuito que no pasara por su control. Solo RRHH podía gestionar las necesidades psicológicas de los trabajadores. Tenemos que decir que todos ellos, con el tiempo, han visto las ventajas de que este no fuera el modelo que seguir y han implantado el acceso a través de un número 900 externo a la empresa.
Desde Healthy Work queremos recalcar que la CONFIDENCIALIDAD con mayúsculas es la llave que permite que muchas personas que no accederían a ayuda dentro de la empresa obtengan el soporte que necesitan.
Si quiere más información no dude en ponerse en contacto con nosotros.