Seguramente en tu mente puedes visualizar la imagen de una bola de nieve pequeña, que conforme avanza comienza a hacerse más y más grande. Esta situación puede extrapolarse a la psicología de las personas, sobre todo cuando comienzan a sufrir ansiedad, siendo conocido como el efecto bola de nieve. En Healthy Work contamos también con Programas de asistencia al empleado, donde podemos ayudarte a tratar este efecto.
¿Qué es el efecto bola de nieve en psicología?
Cuando hablamos del efecto bola de nieve, lo que hacemos es una metáfora que es capaz de definir cualquier acción o evento en nuestras vidas que comienza siendo pequeño, pero que poco a poco se hace más grande y significativo. Al final es como una bola de nieve que baja una montaña.
Al principio esta será pequeña y manejable, pero conforme va bajando esta va creciendo, hasta que es muy difícil de controlar. Este efecto bola de nieve sirve perfectamente para describir la ansiedad. Esta suele comenzar por un hecho pequeño o aislado, que cuanto más lo pensamos, más crece y más difícil se hace de controlar, pudiendo afectar a nuestro bienestar personal.
Este efecto suele empezar con un pequeño pensamiento, como por ejemplo ‘voy a llegar tarde a un evento’. Tras esto puede venir otro pensamiento como ‘si llego tarde se enfadarán mucho conmigo’, luego puede venir otro como ‘no me volverán a hablar’ o ‘no me van a volver a invitar’ y así hasta pasar de un pequeño pensamiento, a otro más grande y con unas consecuencias que, en ese momento, todavía son inciertas.
¿Cómo puede afectarte el efecto bola de nieve en tu psicología?
Como hemos dicho, el efecto bola de nieve es pasar de un pequeño pensamiento a uno más grande, el cual somos ya incapaces de controlar. En este sentido, el efecto bola de nieve en psicología puede producir situaciones como la aparición de ansiedad. El problema con esto es que llega un momento en el que la bola se hace tan grande que pensamos que esta nos va a asfixiar. En este sentido, esa sensación de fuera de control suele traducirse en la aparición de ataques de ansiedad. Muchas veces, al comenzar a sufrirlo, no sabemos exactamente el pensamiento o momento en el que se ha comenzado a producir ese efecto bola de nieve.
Existen personas que la ansiedad que comienzan a sufrir comienza a darse con síntomas físicos. Estos pueden ser taquicardias, sudoración, palpitaciones, falta de aire, problemas para conciliar el sueño, entre otros. Otras personas suelen reconocer rápidamente estos pensamientos descontrolados que tiene.
En este sentido, los pensamientos que suelen desembocar en el efecto bola de nieve suelen ser negativos y casi siempre relacionados con cosas que creemos que nos pueden llegar a ocurrir en un futuro. Estos pensamientos suelen repetirse mucho en muy poco tiempo, como si tuviéramos un poder de visualizar las situaciones futuras y sus consecuencias en nuestra vida.
El problema de la ansiedad que se ve provocada por este efecto de nieve en psicología es la gran desproporcionalidad que existe entre los pensamientos y la propia realidad. Estos no suelen estar razonados y vienen dados por una idea que va creciendo muy rápido y en muy poco tiempo.
¿Qué se puede hacer para parar el efecto bola de nieve?
Como hemos dicho, el efecto bola de nieve en psicología suele comenzar con un pequeño pensamiento. Este pensamiento puede surgir en muchas ocasiones, pero a veces se dan en la noche, cuando estamos ya metidos en la cama a punto de dormir. En ese momento puede que empieces a pensar en todo lo que tienes que hacer al día siguiente, pudiendo sufrir ansiedad.
Cuando esto nos ocurre, la clave puede ser que seas consciente de lo que está ocurriendo en ese momento, teniendo claro que esos pensamientos solo te van a llevar a un lugar. Con esto, lo que se busca es impedir que estos pensamientos puedan coger impulso, evitando que se pueda montar es efecto bola de nieve en tu cabeza.
Cuanto más antes te des cuenta de qué pensamientos son los que están provocados ese efecto bola de nieve, más fácil podrás detener todo ese proceso. Por ello, en ese momento que ves que comienzan a crearse esos pensamientos que pueden desembocar en la aparición de ansiedad, lo mejor es centrarse en otras ideas.
Es decir, en esos momentos lo que puedes hacer es pensar en aquellas cosas positivas que te han podido pasar durante el día. Puede coger lápiz y papel y comenzar a expresar ahí lo bueno o agradable que te ha ocurrido. Centrar tu atención en esto podría ayudarte a evitar pensamientos negativos que puedan llevarte a situaciones como la ansiedad.
¿Toda ansiedad que sufrimos es negativa?
Otro punto clave que queremos tratar dentro del efecto bola de nieve es si la ansiedad qué podamos sufrir es siempre negativa. La respuesta es claramente no. Existen diferentes niveles de ansiedad, pudiendo existir en ocasiones ataques de este tipo que pueden ser sanos o necesarios para nuestra salud.
Al final, la ansiedad no es otra cosa que un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo. Sin esta no podríamos tener los reflejos mentales y físicos que necesitamos para salir airosos en muchas situaciones complicadas.
Eso sí, esta ansiedad que se describe dentro del efecto bola de nieve, sí que es importante que sea tratada o frenada. El origen suele darte por pensamientos que rápidamente se separan de tu vida real, llevándote a escenarios que solo están en tu imaginación, pero que tú extrapolas a tu vida.
En Healthy Work siempre nos preocupamos del bienestar, comodidad y motivación de los empleados dentro de su puesto de trabajo. Por ello, nuestros servicios se centran en que a través de estas mejoras pueda crecer su nivel de productividad. Por ello, saber tratar el efecto bola de nieve en psicología es crucial, ya que el trabajo suele ser una razón de la aparición de este.
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