Estoy leyendo un libro del Harvard Business Review sobre las últimas investigaciones sobre la felicidad. Me gusta porque, además de conocer los hallazgos más novedosos de la neurociencia, me invita a reflexionar (y cuestionarnos es sumamente importante).
Pensamos que ser feliz es estar con una sonrisa todo el tiempo, de buen humor…en definitiva, contento. Pero no es así, ser feliz y llevar una vida plena consiste en ser capaz de asumir las experiencias malas y buenas que nos tocan, y en aprender a reformular lo malo. Somos más felices cuando no pensamos en alcanzar la felicidad, cuando no la perseguimos, cuando disfrutamos el momento presente porque estamos entregados a un proyecto que nos ilusiona, trabajando por alcanzar un objetivo o ayudando a alguien que nos necesita. Asociamos felicidad a persona que no tiene grandes problemas…pero en realidad feliz es aquel ser humano que aprende a manejar lo que le estresa (porque todos tenemos cosas que nos estresan) con más resiliencia mediante entrenamiento, igual que nos entrenamos para conseguir esos 10k. La felicidad es la capacidad para resurgir del sufrimiento, no la ausencia de este.
¿Quieres sentirte satisfecho en el corto, medio y largo plazo? El psicólogo Seligman recoge cinco elementos esenciales para conseguirlo:
- Compromiso: comprométete con una tarea o proyecto que te resulte gratificante. Cuando estamos absortos en algo que nos motiva… ¡cómo vuela el tiempo!
- Relaciones positivas: preocúpate por establecer relaciones positivas. Que el día a día no te deje tiempo para tomar algo con tus amigos, hablar con tu pareja o compartir una comida con compañeros de trabajo fuera de la oficina.
- Logros: para sentir una satisfacción vital importante debemos esforzarnos por mejorarnos a nosotros mismos. No pienses “así nací, y así me quedaré” “a esta edad qué vamos a cambiar” y un largo etc.; siempre hay algo que puedes mejorar y que está en tus manos.
- Sentido: significa ponerse al servicio de una causa más grande que nosotros mismos. Ya sean unas creencias religiosas, un voluntariado…pero todos necesitamos que nuestras vidas tengan sentido más allá de nosotros mismos.
- Emociones positivas: busca aquello que te haga sentir en paz. Sé agradecido. Perdona. Quiere y ama. Ten esperanza.
No busques la felicidad de forma equivocada. Descubrir qué nos hace felices y comprometernos con esas actividades de forma habitual nos llevará a una vida más satisfactoria.
María José Ortega
Psicóloga Sanitaria