Uno de los objetivos del bienestar laboral es conseguir la autorrealización en el trabajo. Para tratar este concepto, no podemos olvidarnos de uno de los principales fundadores de la Psicología Humanística, Abraham Maslow.
Una de las grandes afirmaciones de Maslow es la tendencia innata que el ser humano posee para potenciar su talento y sus virtudes, tendencia que designo «autorrealización».
Fue así, como creó la pirámide de Maslow.
Muchos estamos familiarizados con esta pirámide, donde lleva a cabo su teoría y formula una jerarquía de necesidades humanas. Además, defiende que conforme se van satisfaciendo las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados.
En esta teoría psicológica sobre la motivación humana, Maslow clasificó estas necesidades en relación con los siguientes cinco niveles de prioridad:
- En el nivel más bajo existen las necesidades más básicas. Son aquellas que guardan relación con la supervivencia. Necesidades fisiológicas como comer, respirar, beber, dormir…
- En un segundo nivel se encuentran las necesidades que están relacionadas con la seguridad personal, física y laboral. Todo aquello relacionado con el nivel de ingresos, seguridad familiar…
- El tercer nivel consta de todas las necesidades vinculadas con la amistad, el afecto, la aceptación social, etc., es decir, lo que engloba sentirse parte de un grupo.
- En el cuarto nivel encontramos las metas personales, el éxito, la confianza… En resumen, el reconocimiento.
- Y en el último nivel, tras el crecimiento y aceptación personal, están las necesidades de autorrealización. Se trata de la necesidad psicológica más elevada del ser humano, se halla en la cima de las jerarquías y es a través de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad.
La pirámide se estructura de forma ascendente, es decir, no se puede acceder a un nivel, si no se ha cubierto el nivel anterior. A la autorrealización se accede cuando todos los niveles previos han sido alcanzados y completados.
Ahora bien, si nos dirigimos al ámbito de trabajo, ¿cuál es el objetivo de la pirámide de Maslow? Esta pirámide nos ayuda a identificar y anteponer por niveles las necesidades laborales para alcanzar nuestra autorrealización laboral, es decir, alcanzar nuestras metas profesionales de una manera exitosa.
¿Cómo aplicar la pirámide de Maslow en el trabajo?
La teoría psicológica de Maslow tiene una aplicación muy sencilla en el entorno del trabajo. Para alcanzar la autorrealización laboral, el empleado comienza cubriendo sus necesidades más bajas de la pirámide.
Una vez estén cubiertas las necesidades fisiológicas y de seguridad, el trabajador buscará satisfacer sus necesidades de afiliación. Conseguir tener buenas relaciones interpersonales en el trabajo son necesarias para alcanzar la autorrealización laboral.
De este modo, si la empresa potencia la cooperación entre sus empleados, estará ayudando a conseguir que sus trabajadores alcance dicha autorrealización laboral, y como consecuencia, un mejor rendimiento.
Posteriormente, el empleado buscará el éxito en el trabajo, y luchará por conseguir un reconocimiento laboral. Si el reconocimiento por la empresa y los compañeros se hace efectivo, la confianza en el profesional crecerá y tendrá una imagen positiva de sí mismo, dirigiéndolo al éxito.
Por último, si ha completado todas las necesidades anteriores, el empleado buscará prosperar. Aquí encontramos la autorrealización laboral del profesional en su esplendor. En este momento, la empresa debe ser consciente de las capacidades del trabajador para promover y crear ideas y proporcionarle la situación adecuada para potenciar sus capacidades.
Para Maslow, todo ser humano es capaz de lograr su propia autorrealización laboral habiendo satisfecho anteriormente sus necesidades básicas en el trabajo.
Algunos expertos consideran que Maslow no ha tenido en cuenta todas las variables que afectan al orden de prioridad de las necesidades para alcanzar la autorrealización laboral. Pero lo que es indiscutible es que desde que se conoce esta teoría, ha tenido un gran éxito en diferentes ámbitos.
Ha ido matizándose y completándose a lo largo de los años para adaptarse a los nuevos tiempos.
¿Posibles cualidades para alcanzar la autorrealización laboral y personal?
Abraham Maslow consideró a personajes históricos como Lincoln, Gandhi, Einstein como referentes para alcanzar la autorrealización laboral y personal, puesto que cumplían una serie de cualidades comunes que dedujo de sus biografías. Según Maslow, se trataba de personas:
- Centradas en la realidad, que sabían diferenciar lo falso o ficticio de lo real y genuino.
- Centradas en los problemas, que los enfrentan en virtud de sus soluciones; con una percepción diferente de los significados y los fines.
- Con necesidad de privacidad, sintiéndose cómodos en esta situación.
- Independientes de la cultura y el entorno dominante, basándose más en experiencias y juicios propios.
- Resistentes a la enculturación, pues no eran susceptibles a la presión social; eran inconformistas.
- Con sentido del humor no hostil, prefiriendo bromas de sí mismos o de la condición humana.
- Con buena aceptación de sí mismos y de los demás, tal como eran, no pretenciosos ni artificiales.
- Con frescura en la apreciación, creativos, inventivos y originales.
- Con tendencia a vivir con más intensidad las experiencias que el resto de la humanidad.
¿Consideramos la autorrealización laboral y personal como el desarrollo de estas cualidades?
Por lo tanto, si consideramos estas cualidades como el medio para lograr la autorrealización laboral y personal. La respuesta puede que sea, probablemente. Pero añadiendo la definición de unos valores que nos guíen en nuestro desarrollo, a lo largo del tiempo y el encontrar un sentido a la vida.
Como expuso Viktor Frankl en su libro, El hombre en busca de sentido, aquellas personas que tenían una razón de ser, un sentido, sobrevivieron en un campo de concentración.
Lo cierto es que la autorrealización laboral viene dada tanto por nuestro crecimiento en el proceso laboral como en el personal, y todos podemos lograrlo. Con la edad, la mayoría de las personas se acercan más a esas cualidades que describe Maslow y encuentran un mayor sentido a la vida. Solo tenemos que ponernos a ello y exigirnos cada día, pero exigiéndonos cosas razonables y alcanzables.