Esta semana Healthy Work ha impartido formaciones sobre el trauma secundario. Similar al estrés postraumático, los síntomas son los mismos, pero son experimentados por aquellos que ayudan a quienes sufren. Los médicos en la peor parte de la pandemia y todavía ahora; las personas que ayudan a refugiados o heridos de guerra etc. pueden ser víctimas de cansancio por compasión. Sí, la compasión puede acabar con nosotros si no nos cuidamos. Muchos profesionales dedicados a ayudar a los demás sufren porque “en casa de herrero cuchillo de palo”. Sabemos que decir y hacer, pero no nos lo aplicamos. Para paliar este nivel de estrés deberemos primero tomar conciencia de que lo padecemos y segundo intervenir con las herramientas con las que contamos. Recurrir al ejercicio, el sueño y la buena alimentación, socializar y hablar de lo que pensamos y sentimos con personas que queremos, manejar mejor nuestros pensamientos de manera que no rumiemos y podamos desviar nuestra atención hacia otro sitio (practicar mindfulness, meditación, yoga, relajación o exploración corporal) y por qué no, recurrir a la espiritualidad si eso nos ayuda. Ahora, que hay tanto que hacer por los demás no nos olvidemos de nosotros mismos. La compasión puede generarnos estrés.