¿Qué es la asertividad?
Se trata de una forma de comunicación que tiene la finalidad de defender tus derechos asertivos , expresar tus preferencias, gustos, peticiones y realizar sugerencias, con honestidad y respeto hacia el otro y sobre todo, hacia ti mismo y tus necesidades.
Dentro de la asertividad es importante tener en consideración que hablamos de un continuo, es decir, no se trata de ser o no asertivo, sino que se puede ser asertivo en distintos grados. Dentro de ese continuo también encontramos las conductas pasivas o sumisas y las conductas agresivas. Es normal, que las personas en función del contexto y de las personas con las que nos comunicamos nos comportemos de distintos modos, y además, no siempre una respuesta asertiva es el mejor modo de conseguir nuestros objetivos (habrá ocasiones en las que para evitar conflictos tengamos que comportarnos de manera pasiva y otras en las que para ser escuchados nos veremos obligados a mantener una conducta más agresiva). Pero tal y como se menciona anteriormente, una conducta asertiva, en la mayoría de los casos nos ayuda a conseguir objetivos y es positiva para el mantenimiento de las relaciones interpersonales.
Cuáles son los derechos asertivos
El derecho a mantener tu dignidad y respeto comportándote de forma habilidosa o asertiva, incluso si la otra persona se siente herida, mientras no violes los derechos de los demás (cómo se sienta el otro no es un aspecto que dependa de mí).
El derecho a ser tratado con dignidad y respeto.
El derecho a rechazar peticiones sin sentirse egoísta o culpable.
El derecho a expresar tus propios sentimientos.
El derecho a parar y pensar antes de actuar.
El derecho a cambiar tus ideas.
El derecho a pedir lo que deseas.
El derecho a decir no.
El derecho a realizar menos de lo que humanamente es posible para ti.
El derecho a no depender de los demás.
El derecho a poder decidir lo que hacer con tu tiempo, cuerpo y propiedad.
El derecho a solicitar información.
El derecho a cometer errores y asumirlos.
El derecho a sentirte bien contigo mismo.
El derecho a tener tus propias necesidades y perdir (no exigir) a los demás que respondan a éstas.
El derecho a tener opiniones propias y a expresarlas.
El derecho a decidir si sigues los intereses de otras personas o tus propios intereses.
El derecho a hablar sobre un problema con la persona involucrada para aclararlo.
El derecho a exigir aquello por lo que pagas.
El derecho a elegir no comportarse de forma asertiva o socialmente habilidosa.
El derecho a ser escuchado y a ser tomado en serio.
El derecho a permanecer solo cuando así lo decidas.
El derecho a hacer cualquier cosa mientras no invadas los derechos de los demás.
El derecho a tener derechos y defenderlos.
Unas buenas habilidades en derechos asertivos permiten mejoran la comunicación tanto en pareja, como en organizaciones. Expresar lo que queremos aumenta nuestro bienestar, puedes solicitar más información sobre los beneficios de aplicar y conocer los derechos asertivos en una organización en el apartado de contacto o leyendo el artículo en nuestras redes.