Todos sabemos lo que queremos: estar sanos física y emocionalmente. Lo difícil es, aun sabiendo cómo desarrollar hábitos sanos. En nuestro último blog hablamos de la necesidad de unir nuestros deseos y motivaciones generales a los cambios que queremos realizar en materia de bienestar. Así decíamos que si nos motiva el idealismo y ayudar a otras personas y queremos hacer ejercicio podíamos organizar carreras por nuestro ideal, o que si nos motiva el poder podríamos buscar deportes de competición. Hoy queremos dar algunos consejos prácticos para unir a esa asociación deseo de cambio/motivación personal:
Asegúrate de que estás listo para comenzar. Hasta que no quieras de verdad iniciar un cambio en deporte, sueño o alimentación no lo hagas. A todos nos cuesta tomar esa decisión.
Apóyate en las rutinas. Cuanto más hagas aquello que te cuesta, más fácil se volverá.
Just do it! ¡Simplemente hazlo! No lo pienses. Vístete en tu ropa de deporte y sal a la calle a caminar. Deja de pensar en ese dulce, lleva tu mente a otros pensamientos. Si lo piensas no lo harás. Simplemente hazlo.
Disfruta, encuentra el tiempo y haz que ese ejercicio, eso que comes o cuando y cómo duermes sea divertido. No practiques un deporte que odias, baila o juega, encuentra esas comidas, que aun siendo sanas te gustan, deja de comer lo que odias. Se creativo y disfruta.
Practica la moderación. Come un poco de todo, pero con moderación. Haz ejercicio exigiéndote un poco más cada semana, pero sin forzarte o lo abandonarás. Duerme ocho horas siempre que te sea posible. Habrá momentos que las tareas de la vida no te dejarán.
Se razonable en tus exigencias. Si te pides demasiado fracasarás. Pídete mejorar un poco cada semana, pero no te exijas más de lo que puedes porque abandonaras.
Visualiza cómo te sentirás cuando lo consigas, pero visualiza también las dificultades y cómo lo superaras.
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