El 2017 se acaba. Quizás en este nuevo año que comienza, vamos a tener que enfrentarnos a cambios: un nuevo empleo, una nueva residencia, o el fin de una relación personal. Porque la vida es movimiento y cambio constante. Equilibrio y desequilibrio.
Por lo general, todas las personas tenemos cierta animadversión a los cambios, pues lo nuevo genera mucho estrés e inseguridad en nosotros. En algunas ocasiones, incluso nos negamos a cambiar y a adaptarnos a estas nuevas situaciones en la que se nos requiere poner en marcha diferentes habilidades o capacidades.
Esto me recuerda una frase de Muhammad Ali: “Un hombre que ve el mundo a los 50 igual que a los 30, ha perdido 20 años de su vida”. ¿Qué pensáis sobre esto?
El cambio es necesario en la vida y aquellos que saben cómo gestionarlo en lugar de evitarlo, tienen más éxito en sus vidas. Cambiar generalmente es una cuestión de actitud frente al cambio, más que de imposibilidad de cambiar. Podemos ver el cambio como algo que debe evitarse pues nos desestabiliza, o como algo positivo que nos obliga a salir de la tan conocida zona de confort.
Aquí van algunas de las cosas que puedes hacer para adaptarte mejor a los cambios:
- Acepta el cambio. El cambio es inevitable y una parte normal de la vida. Cuando aprendes a gestionarlo en lugar de evitarlo o negarlo, recuperas el control sobre ti mismo para luego tener el poder de cambiar la situación.
- Controla lo que esté en tus manos. Es decir, pon todas tus energías en las áreas que puedas cambiar y dependan de ti.
- Haz las cosas de una en una, divide el cambio en varias partes para facilitar el afrontamiento.
- Cuenta con un sistema de apoyo. Los amigos y la familia nos ayudan a atravesar tiempos difíciles con más recursos y apoyo, y nos ayudan a ser más resistentes a la hora de afrontar las sorpresas de la vida.
- Emplea técnicas de control del estrés como la meditación y la práctica de ejercicio físico.
- Dedícate tiempo a ti mismo, a realizar tus hobbies, y cuida tu alimentación y sueño.
Para crecer como personas y ser más felices, hemos de tener una mente abierta y aprovechar los cambios de rumbo que surgen en nuestras vidas. A ninguno nos gusta el miedo que a menudo conlleva adentrarnos en terreno desconocido, pero casi siempre se puede extraer algo positivo (incluso de lo doloroso). Y tú, ¿aprovechas el cambio en tu vida?