Ahora que vuelven los niños al colegio a lo mejor has visto que tu hijo llora o se enfada demasiado cuando le dices que vuelve al colegio. Si ves que estás reacciones son desproporcionadas puede ser que haya alguna otra razón por la que no quiera ir a clase. Una de estas razones puede ser que esté siendo víctima de bullying.
Se conoce como bullying al acoso y actitudes agresivas que tiene un estudiante o varios, contra otro estudiante. Este comportamiento lo hacen de forma intencionada y no ocurre una vez, ni en un solo momento aislado, sino que se repite a menudo en el tiempo, y puede tener diferentes formas:
- Acoso psicológico (Ignorar a la víctima, menospreciarla, apartarla de los planes, etc)
- Acoso verbal (Insultos, faltas de respeto, apodos, etc)
- Acoso físico (Empujones, agarrones, golpes, etc)
- Ciberbullying (Escribir comentarios hirientes sobre él/ella en redes sociales, mensajes de Whatsapp, etc)
Se ha detectado que uno de cada cinco niños sufre bullying, y que desde el inicio de la pandemia los casos han aumentado un 15%, aumentando también las formas de violencia, siendo las más vistas el acoso físicas (87,4%), el acoso verbal (75,8%) y el acoso psicológico en forma de aislamiento (63,7%).
Los niños que sufren bullying suelen mostrarse más irritables y tristes, con cambios de humor constantes, pesadillas, dolores de cabeza, etc. Además, también tienen problemas para dormir y a veces también experimentan cambios drásticos en su apetito.
El papel de los padres y las escuelas es muy importante ya que son el principal pilar para detectar estos casos de acoso escolar, y poder poner medidas contra esto.
Si crees que tu hijo o hija puede estar siendo víctima de bullying no dudes en ponerte en contacto con nosotros, nuestros psicólogos expertos te dirán qué pasos dar y cómo poder ayudarle.